martes, 23 de abril de 2013

prueba 2

Hoy me he dado cuenta, del tiempo que hace que no visito nuestro amado fjörd de Tyr, el hogar de los Lobos de Odín Kampfar, mi hogar.

Hace ya mucho, mis drakkar tomaron otros rumbos y aunque no olvidaron el camino de vuelta a casa, decidieron que tenían que seguir navegando en lugar de quedarse en la seguridad del puerto y optaron por unirse a las naves del Jarl de Hunger y junto a él, surcar el Mar del Norte en busca de nuevas aventuras y sobre todo de retos, pues ser vikingo es eso, no ceder nunca ante nuevos retos, luchar siempre por aquello que se desea, o se sueña.

Se, que al igual que yo, otros valientes guerreros decidieron seguir el rumbo que les marcaron las estrellas, buscando y luchando por aquello que más anhelan sus corazones. 

Todos y cada uno de ellos, siguen y seguiran hasta el fin de los tiempos en mi memoria y en mis pensamientos, hasta que llegue el día, en que Odín, el Padre de todos, nos llame a su presencia y podamos seguir guerreando junto a él y el resto de sus elegidos en Valhalla. Hasta que ese día llegue, y espero que sea más tarde que pronto, yo, seguiré como digo navegando, viviendo, amando y luchando, pues para eso he nacido y no conozco ni deseo otra manera de poder ser yo misma y alcanzar al fin, la felicidad por la que todos, mataríamos sin dudarlo.

prueba 1

ace casi una semana que en Tyrhavn, elegimos un nuevo Jarl, ese fin, fue el motivo principal de mi regreso y de que decidiese, como así ha sido, quedarme.

Quizá, no debí marcharme como puse en el post anterior, elegí lo más cómodo sin penar, que Tyrhavn, en lugar de seguir siendo una Leyenda, podía acabar convirtiéndose en un caos, como así fue.

El canal, fuera de control, habiendo perdido los registros, pasó a ser ambicionado por quien no debía y eso dio lugar a una serie de desordenes que llevaron a la situación que relato, situación propiciada en parte por quien, erroneamente, si creyó que Tyrhavn  estaba en manos de quien, si no lo merecía, se haría merecedor de él.
 

Un día, como había prometido, me acerqué al fjörd, sin ánimo de participar, si no por ver a los que considero mis amigos, y cual fue mi sorpresa ante el aluvión de quejas, reclamos y protestas, así, como lo que pude ver por mi misma. 

¿La causa?, un gobernante, al que no llamaré Jarl, había ocupado el poder con el voto de la mayoría, ¿mayoría?, ¿desde cuando se han hecho las cosas así en Tyrhavn?. Alguna vez se han tomado medidas especiales en Tyr, pero ésta vez, había sido un error.
Hablé con unos y con otros, todos me expusieron su opinión, opinión que si bien tomé en cuenta, no fue el motivo que me llevó a actuar como lo hice, pues lo que hice, fue ampararme en las Leyes de la Carta Magna, aquellas que desde hace 11 años, rigen nuestro modo de actuar y con ellas en la mano, pedí que se celebrase un Allthing en el cual, poder elegir un Jarl. Fue una decisión meditada, no un capricho ni consecuencia de lo que me habían contado, lo hice, porque era lo que debía de hacer.